Ciegos quedaron los ojos
y corazones, prontos a fallecer
junto a un alma cargada de egoísmo.
Lentamente ha llegado el fin
de nuestro tiempo,
porque no fuimos capaces
de cuidar ni preservar la vida.
Durante siglos hemos destruido
lo que a nuestro alcance estaba.
Ahora suplicamos vivir,
mientras el dinero, mueve a quienes
nos han dirigido, fingiendo ayudarnos
y salvarnos de una muerte anunciada.
¿Qué nos ocurre humanos,
que no hemos sido capaces de reaccionar?
¿Qué nos hace ciegos?
¿Qué impide que nuestro corazón sea compasivo?
¿Qué camino hemos tomado, para permanecer
insensibles al respeto por la vida?
Siendo los ojos, el espejo del alma,
que es, lo que hoy por hoy, te puedo ver.
En un futuro cercano solo veré en tus ojos
la soledad atraída por la ceguera de tu corazón.
¡Es que no te das cuenta, del fracaso de la raza
humana!
Cielos oscurecidos abrazan nuestros cuerpos,
cerrando caminos, inundando húmedos los ojos
y sin vuelta las sonrisas.
Justos, inocentes y culpables, por senderos de aves
heridas y silenciosas, ciegos los ojos y corazones
abrumados de culpa sin fin.
Esperamos una nueva vida de amor y empatía
deseamos un mundo consiente, esperando una mejor raza
de seres humanos.
Pero … ¿Qué hacemos?
Shedar.