Le permito a
la soledad,
se recueste
alguna noche
en mi
almohada,
compartirle
mis sueños
para que comprenda,
como me
duele tu ausencia.
Que el
llanto caído bordó
entre sombras
mis esperanzas.
Le permito a
la soledad,
sienta la
belleza del mar,
escuche su
canto, su baile,
sienta la
brisa.
La luna
llene su alma de juicio,
cintilantes
estrellas, acaricien
con amor sus
brazos, mermando
su capacidad
de instalarse
en mi vida.
Le permito a
la soledad,
que
experimente el sentimiento
de amarte
cuando no estás.
Shedar