Sensaciones, vibrantes,
entregadas en palabras
que vienen y van,
por líneas invisibles
en el viento y las horas,
compartimos nuestras almas
como aves migratorias,
si, compartimos nuestras almas
que ya se reconocen
cual flor al rocío
en las madrugadas,
despertando nuestras vidas,
la tuya y la mía a éstas emociones,
que subyugadas de intensa ternura
dejan sensaciones vacías,
de más, y más, insaciable la piel
de caricias, de besos y abrazos,
que nos recorren como ríos
tranquilos y a veces caudalosos,
llenando así nuestras almas y cuerpos
de sentires amorosos.
Cuántas incesantes amantes palabras
emitidas silenciosas, ahogadas
y gritadas calladamente,
rogando al viento que las lleve raudo,
para que ningún murmullo
quede abandonado en el camino,
mordiendo polen robado al viento,
directo a tu pecho,
donde aguardan nuestros corazones
unidos y entrelazados por palabras
de amor, que se entregan al solitario
placer de amarnos y entregarnos
aún mas allá de mares,
océanos y montañas,
como si
nuestras vidas supieran
el justo punto donde nuestros caminos
se reunirán, para crear una lluvia
de incesantes pasiones…
entregadas en palabras
que vienen y van,
por líneas invisibles
en el viento y las horas,
compartimos nuestras almas
como aves migratorias,
si, compartimos nuestras almas
que ya se reconocen
cual flor al rocío
en las madrugadas,
despertando nuestras vidas,
la tuya y la mía a éstas emociones,
que subyugadas de intensa ternura
dejan sensaciones vacías,
de más, y más, insaciable la piel
de caricias, de besos y abrazos,
que nos recorren como ríos
tranquilos y a veces caudalosos,
llenando así nuestras almas y cuerpos
de sentires amorosos.
Cuántas incesantes amantes palabras
emitidas silenciosas, ahogadas
y gritadas calladamente,
rogando al viento que las lleve raudo,
para que ningún murmullo
quede abandonado en el camino,
mordiendo polen robado al viento,
directo a tu pecho,
donde aguardan nuestros corazones
unidos y entrelazados por palabras
de amor, que se entregan al solitario
placer de amarnos y entregarnos
aún mas allá de mares,
océanos y montañas,
el justo punto donde nuestros caminos
se reunirán, para crear una lluvia
de incesantes pasiones…