Y…observando
me dije era una lucha,
una batalla
y hasta una guerra,
porque aquel
matrimonio
llevaba
muchísimos años
intentando
obtener su casa propia,
pasando
privaciones, en especial ella,
mujer sometida,
insegura, de triste andar.
Para que finalmente el gobierno
les
entregara una, una caja de
paneles de
madera, con cocina
y baño sin
terminar que llamaban casa.
Pero
mostraban una alegría que sus
ojos
desmentían al dejarlos ver,
solo les hacía
sentido que de esta
su nueva
casa… nadie los podría
echar fuera.
Esa era la
gran salvedad.
Y tal vez…
si su esposo no se tomaba
el dinero,
podrían ir arreglándola.
Sólo que
eso, tal vez, no ocurriera
pensaban sus
vecinos, porque un día
recibió ella
tanto sus golpes… que murió
allí, en la
cocina sin terminar,
incrementando
la lista de femicidios.
Aunque el
desgraciado siga vivo y saldrá libre
estar en
justicia bajo tierra y boca abajo.
Ya nadie
ocupa ni disfruta la pequeña
caja llamada
casa.
Ella mujer de
sacrificio, vivió luchando
por nada.