sábado, 22 de abril de 2017

RECOSTADA


Sé, precioso de mi alma,
que escribes en mi cielo,
que cada atardecer tu pluma
cual pintor deslizas sublimando
mis sentires de amor del alma,
recordándome que no pude detener
el tiempo, cuando tu piel en la mía
se mecía el amor.
Porque la distancia pudo evitar
besos, abrazos, una dulce caricia,
pero no nuestros sentimientos,
y recostada, en la comisura de tus labios,
sin tiempo ni medida me enamoré
entre nubes que marchaban sonrojadas,
leía tus letras que me contaban tu sentir.
Y recostada en la comisura de tus labios,
manteníamos este amor en llamas,
entre las nubes cuando el sol quiere dormir.

Shedar