Me susurras
muy al fondo de mí,
las
tristezas de mis edades,
por vivir en
esta tierra
en tiempos
deficientes.
Pero mi alma
te escucha más allá
de un
murmullo, quiero saber la verdad
que la
tierra no me deja escuchar,
porque aun
yendo a mi lugar tranquilo
a meditar,
ella está allí con su ruido,
del que no
me puedo liberar,
porque es
como una cadena de eslabones
de donde
viene el zumbido.
Estoy aquí
para solucionar esta tristeza
de
situaciones vividas
que
provocaron esta incertidumbre.
Entonces
debo soltar el ancla, me libero,
me rodea la
luz y puedo seguir subiendo
hasta los
ángeles y Dios está en mí y conmigo.
Y me digo…
que soy magnífica, y de pronto floto
Libre,
porque soy un alma compasiva, antigua,
ya sin
zumbido, soy una con Dios, llena de felicidad,
libre unida
a él, llena de luz. Su luz.
Shedar.