Te entregué
mi mundo
posándolo en
tus manos.
Y las mías recorrieron
los senderos
de tu piel
desbordando
de amor
mi alma y
todo mi ser.
Te entregué
mi mundo
para que
junto con el tuyo
formemos los
nacientes
hombres que
crearán
el verdadero
amor
más allá
del estrellado cielo.
Shedar