miércoles, 18 de mayo de 2011

Que día

Ese año como en otras ocasiones fueron de paseo,  todos los que allí trabajaban, algunos en sus autos, otros, la mayoría en el bus que habían contratado. Ya arriba, se inicia el viaje, atrás, un grupo cantaba y bailaba contagiando a la mayoría con su alegría. Al llegar al lugar de destino, todos se bajan, era una parcela, hermoso lugar con muchos árboles, cuidado césped, quincho, piscina, y restaurante, los varones  se pusieron sus trajes de baño en seguida, ellas se sentaron en el verde pasto, mientras conversaban y reían, otros nadaban, unos  preparaban carnes y pollos  para la parrilla, ellas las ensaladas, otros jugaban ping pong, salía un rico y tentador aroma ya ha esa hora las tripitas  tenían su concierto, particular.
Pronto llaman a almorzar, rauda respuesta y todos en larga mesa, buen vino, bebidas, aromas ; entre salud y salud,  chistes y comentarios y análisis del año, se divertían muchísimo recordando situaciones, imitándolas.
Luego de la larga sobre mesa, siguieron los juegos y competencias deportivas, fútbol infaltable, juegos en el agua,  y de mesa, conversaciones de política, de la vida, experiencias, un grupo aparte reía y bebía de más, porque nunca falta el desubicado en un paseo, aunque ahí sentados en  el pasto alejados del resto no se notaba. Llega a buscarles el bus, comienzan a subir uno a uno y se acomodan, dos compañeras y amigas se sientan en el primer asiento, el grupo alegre y chispeante al fondo… Ya en el camino, uno de ellos se quería bajar , pero entre bromas y risas el venia mareado de más, y se iba de un lado al otro por el pasillo y en eso llega adelante y se va de bruces  hacia donde estaban estas amigas, se ponen raudas de pie, y la del rincón da un feroz empujón a su amiga, diciéndole, ¡¡¡protégeme!!!… Él, se afirma como puede para no caerles encima, la empujada se enoja y se asusta también, luego se sientan a reír y reír, sin parar por mucho rato, realmente la amiga del rincón estaba aterrorizada se notaba en su cara, le daban hasta tiritones del susto,pero no paraban de reír, se abrazan. Y aún recuerdan…

Shedar