Flotaba mi
alma emocionada
humedeciendo
mis ojos,
temblando
mis tímpanos
que
subyugados hacían suspirar
a mi corazón,
con los celestiales
violines que
en vuelo de pájaros
estallando en
recuerdos mi imaginación,
acariciando
mi corazón, erizando mi piel,
volando,
volando, grácil cual pluma
mecida por
el viento en cada arpegio,
cual cuento
de hadas llenos de besos
y abrazos de
amor que sobrepasaban
mi alma,
cuando los timbales sellaban
la vida por
vivir estando a un paso
la felicidad…
Vuela mi alma entre arpegios.
Shedar