Subido en la copa de un frondoso árbol vislumbré… que aquella mujer, podía ver y analizar más objetivamente lo leído y escuchado a la distancia casi como lo hacemos los hombres, sólo se dejaba fluir por momentos en los cuales se ha permitido disfrutar de besos ansiosos, enviados en nubecillas hasta su boca, en plumillas de colores un sin fin de caricias tiernas y ardientes recorrían su cuerpo todo y envolventes como la brisa, los abrazos la protegían, así su cuerpo y alma era recorrido por miles de bellas mariposas en momentos de intensa pasión, más no estaba completa mente a gusto en esto que vivía, porque buscaba más y… a la vez no buscaba nada, sentí desde lo alto, que ella pondría un pronto final sólo porque no confiaba, algunas contradicciones sutiles en el viento, le ahogan el alma, que sensible siente y pasan, quizás desapercibidos para él en ese instante, pero ella analiza, sin recordar con exactitud, lo preciso, lo justo, lo descriptible, tan frágil el tiempo, el instante en que ocurría, su duda se diseminaba entonces en un mar de besos mariposescos… sumían verdades ocultas en la distancia y en la cercanía su corazón...
La veo pensar porque no quiere sentir, no quiere dejarse llevar, más también, intenta ver que ¿Por qué tendría una comunicación tan lejana desde el otro lado del mundo, ¿Cuál es el sentido? Ella también a ocultado sobre ella, pero ni tanto así, ya que si el hubiera leído un poco más, sabría lo que no ha querido contarle directamente, lucha con todo eso y más, solo que no deja de sentir, que todo debe quedar hasta aquí y se debate entre todo y nada… sólo que su mente…