lunes, 6 de febrero de 2017

Y…NADA…

Una larga senda frente a mí,
exuberante vegetación,
a los lados, quebradas.             
En su extensa cima
un calmo sendero de agua
cual río, con un final
que mis ojos no podían ver.
Me subí a mi barquito,
se irguieron sus velas,
con un movimiento lleno de viento,
seguro tenía un final que no veía,
pero sabía que sería perfecto,
porque allí estarías tú, con tus brazos
y tu corazón dispuestos solo para mí,
con un tiempo sin memoria,
sin sombras, habrán solo estrellas y luna
cuando este amor explote de pasión.
Y te diré tantas cosas de esta travesía mía,
tú, de tu espera por mí, en un beso sin fin.
Entonces…y…nada será como el abrazo
de tu cuerpo al mío.

Shedar