Cuando decidas volver a mí,
sedúceme lentamente,
coquetéame despacito,
para que suave llegues a mi corazón,
entrando en el sin pudores
y sus latidos serán tuyos,
en cada bombear irá
mi alma que
incesante busca la tuya, para amarte
hasta el delirio y…
besaré la comisura de tus labios,
lameré poco a poco
cada poro
de tu boca, para que sus puertas abiertas
bailen enloquecidos
solo para mí,
para comerlos suave y lentamente
degustándolos hasta la locura.
Mientras tu cuerpo, tus manos… serpiente
reptando por mi
piel, apoderándose de mí,
sin tiempo, sin
prisa, el viento detenido,
los mares aquietados, respetaron tu retorno
y el sueño de mi amor dormido, que tu voz despertó
susurrante en mi oído
con un te quiero…
Te necesito…te quiero, te quiero, te quiero.