Existe
una intensa comunión,
entre
el abismo de tus letras y las mías,
que
al caer al vacío se van amando,
atándose
hasta ser uno,
cuando
tu piel y mi piel
con
dulzura y ardor
se
aman en una caída libre.
Esa
comunión que al unísono
tiene
el ocaso y sus colores,
la
bruma y el amanecer,
el
viento y los árboles,
las
caracolas y el roquerío,
la
lluvia y su petricor,
la
sangre y el palpitar de tu corazón.
Así
es la comunión entre tu y yo
entre
abismos silentes.
Shedar