viernes, 30 de septiembre de 2011

Desesperanza del alma


Mi alma callada ya no siente 
las horas que se van,
ya no resuena mi corazón 
con eco de amores.
El  silencio de la noche, 
con vientos despavoridos
busca con ojos ciegos lo perdido.
petrificado el corazón ya no siente
la magia  embriagadora de tu afán,
mi boca ya no se queja
y mis ojos se niegan a llorar,
porque en tú corazón 
están  mis restos mortuorios
y acá tan lejos vagabundea 
solitario mi espíritu.
Mi corazón a enmudecido
de rumores de tu voz,
como ruinas de un templo perdido
seco de esperanzas y vacíos vientos,
mancos de palabras  y de amores.
Y cuando vuelvas tu rostro al horizonte
verás un ave solitaria volar
el viento tu rostro acariciar,
me recordarás
porque mi recuerdo
será más fuerte que tu olvido

Shedar