Ya la muerte
de algunos no se hará carne,
ya el verbo
no se hará alimento,
los ríos no
saciarán tu sed
ni las
montañas serán resguardo,
el mar no
nos mecerá con un suave arrullo,
el viento no
será música ni limpiará el aire que respiro,
las
estrellas no serán luz en el firmamento
ni luna
inspirará los corazones de poetas.
La tierra detiene
su crecimiento, ya no tiene tiempo
de purificar
e incrementar la vida, se detiene quedándose
sin vida.
¿Y el
hombre?
Indolente
frente a sus ojos… muere, muere, muere lentamente
Junto con la
tierra.
Shedar