No sé si
envejecen los abrazos,
que el
tiempo cubre con sus alas.
No sé si envejecen
los besos,
pues me han
preguntado por ti.
No sé si
envejecen las palabras,
que acariciaban
mi corazón.
No sé si
envejecen las miradas,
que mi piel lograba
erizar.
No sé si
envejecen las letras,
que el
viento traía a mi corazón.
No sé si
envejecen las esperanzas,
que anidaron
en mi alma.
Solo sé que
sigo esperándote.
Shedar