viernes, 16 de abril de 2021

PROFESORES EN SU DÍA A DÍA

 

De pronto me vi suspendida

cual ave sin saber dónde posarme.

Y comenzamos nuestra preparación

para un nuevo estilo de enseñanza,

sin tiempo suficiente, para preparar

nuevas y buenas clases, teniendo

a mis hijos a la misma vez en tele clases,

un poco abandonados, ya que mi tiempo

es para alumnos del colegio,

complicado de atenderlos a la misma vez,

mientras me espera el aseo, lavado, almuerzo,

planchado, doblar ropa guardarla,

reuniones virtuales de trabajo

y como apoderado.

Sentía, se me iba la vida encerrada

y no podía sonreír, entremedio, amistades

me cuentan que se han contagiado de covid-19

en instantes de silencio, ruego por su salud,

entregando todo el amor y compasión de mi corazón.

Luego llega la noche, únicos instantes para la familia.

¿Y las horas de amor…pensarán?

¡Qué digo!... ¿horas?... si, ponía la cabeza en la almohada,

 y al instante…dormía, sin fuerzas para abrazar.

Shedar