Como decirte
que no necesito
un nuevo
camino contigo, porque tú
me diste una
nueva forma de caminar,
bajo el
cielo cada atardecer con un manto
pincelado
con tu corazón, iluminando
senderos
lejanos que me guían a tu alma.
Te llevas
mis tristezas y me levantas del abismo
de la
soledad, de la vacuidad más profunda,
en el
silencio más distante.
Llegaste para
desordenarme el alma,
que excluye
que me trastoques la vida.
Aunque tu
mirada en la mía
sea más
dulce que el mismo silencio.