sábado, 12 de marzo de 2011

Mis amados niños


Los miro y veo desde aquí, tanto amor ¡como se va mi corazón por ellos! Pero un dejo de tristeza ensombrece este amor… El no poder llevarlos conmigo, a una gran mansión, para prodigarles cuidados, estímulos y amor.
Desde mi escritorio los cubro de luz, que les de paz, amor, inteligencia y una gran capacidad de  lucha para mejorar sus vidas y ser cada día mejor.
Cuantos han pasado por mi vida,cuanto amor derramado, entregado sin límites a raudales, cuántas vidas ya lejanas, y a pesar del amor, no sé si hay un recuerdo, para quien les dio el corazón, más allá de los conocimientos, más muchos también buscan mi corazón, que con gran emoción los recibe ¡ como han crecido y maduros se ven! Siguen hermosos de alma, al verlos su mirada  me lo dice.
¡Qué alegría! Haberles dejado un granito de amor y dulzura de valores crecidos  y  agradecidos…

Shedar