Ella acumuló
en su piel, las penas que ahora
la
hacían lucir sin brillo y ajada.
Parecía el
reloj haber olvidado que alguna vez
fue joven y
lozana.
Acumuló las
tristezas, la lejanía, la discriminación.
Mientras
afuera el murmullo de la lluvia
lavaba las
últimas penas que la vida le causara.
Recuerda de
pronto que acumuló, bailes, risas, caricias, amor,
sueños,
palabras, letras, miradas, paisajes, los que pudo,
se levantó
presta para vivir algo que aún no tenía,
pero que estaba detrás de aquella puerta abierta,
para acumular
lo que le faltaba… El amor…
Ese, si ese,
el de sus sueños y que aún no tenía a su lado.
Shedar