Avanzaba por
la vida,
viviendo el
instante,
que nada es
para siempre,
vi tu mirada
clavada en mí,
que me
recorría con pasión,
una mirada
llena de vicio
que en
silencio me amaba,
y temblé
cual hoja pendiendo
de la rama
de un árbol,
y casi
desfallecí de pasión,
sin que
hubieras rosado
mi piel con tus
manos,
sin sentir
tu respiración
cortando mi
aliento.
Mi mente me
dijo entonces,
estás
viviendo la vida como si todo,
porque nada
es para siempre…
y me sumí en
un cómodo silencio,
para pensar
en tu mirada de vicio,
que mi
cuerpo recibía.
Con mis de
pronto… me gustaría
que fueras
posible.
Shedar