Cada año
sólo un número más,
en ocasiones
me he deprimido
al ver que el
reloj no detiene su paso
por mi
cuerpo ni mi piel,
pero sé que
el tiempo no puede
tocar mi
espíritu.
Descubrí que
mi actitud y mi espíritu
se mantienen
al margen de mi cuerpo,
para él nada
es imposible pues es un número
más en mi
tiempo.
Que para
sanar mis heridas dejé de tocarlas,
que ráfagas
de viento se llevaran
mi biografía
de ayer.
Porque tengo
los años vividos llenos de experiencias,
aunque no
todas las que yo quisiera.
Nadie puede
decirme…estás vieja y no lo podrás lograr,
hoy tengo la
edad, donde todo lo miro con más calma.
Que importan
los años que tengo,
Si aprendí a
querer a querer lo necesario,
y tomar solo
lo bueno.
Y aprendí
que en la vida a veces hay que seguir,
como si nada,
como si nadie, como si nunca.
Así que…
¡Feliz
cumpleaños para mí!