sábado, 2 de junio de 2012

Alma perdida


El camino de tierra forjado a pasos y viento rasante,
lo mantenían despejado, limpio y solitario,
sus acompañantes  formados  flanqueaban
frondosos márgenes conteniendo las tristezas de mis ojos,
abrazados en las alturas cuyos brazos de arcos hermanados
cobijaban mi tristeza.
La niebla espesa mantenía mi alma oculta y llorosa,
el frío no importaba pues ya estaba helada mi alma de llanto.
Dibujaba la niebla  rostros y cuerpos compungidos
entre ellos el mío, que ya sin fuerzas desfallecía de
ausencia, silencio y desvarío abrazados a mi alma
que duerme lejos de ti como árbol dormido, silente
de tu corazón, de tus letras, de tus palabras,
pero la niebla esconde de ti mis sentimientos más hermosos,
aquellos que nunca apreciaste, ni valoraste,
temiéndole a poemas, a letras, versos, sabiendo
que en la distancia ni en la cercanía, nunca,
nunca… te harían daño ¿ Cómo pudiste alejarte entonces?
Mi alma perdida ya no encuentra respuesta y…
Ya no tiene fuerzas para buscarlas…

Shedar                               

Busco


Buscando una casa para mi alma,
que vaga sin rumbo, silente, solitaria,
revestida de tormentas implacables.
No, no está ella en blanco, sino, derrumbada de heridas
que buscan donde morar cobijadas por arrullos de amor.
Yo que por ti baje al infierno con el corazón destrozado.
¡No sé como remonté, y salí de ese doloroso lugar!
Para percatarme que naciste con el alma rota,
pues el sonido de mi  corazón fue sólo escuchado
en los prados, bosques y cielos donde tú no podrás llegar,
porque mi alma herida busca la estrella que me muestre el camino  
llenándolo de luz, de paz, amor y ternura…
Diosss… ¡Ven abrázame!

Shedar