Antes de que
tú y yo conversáramos
por primera
vez,
ningún día había
existido.
Comenzaron a
marcharse las sombras
floreciendo la
primavera en mi alma,
llenándose mi
vida de luz.
Mas ahora,
si, ahora…te digo,
que mis
sueños nocturnos llegan
con las
horas marcadas de amanecer,
con todos mis
recuerdos de ti.
Se me
transformó la vida
en sueños
nocturnos,
en los que
restauro el tiempo
para no
morir de soledad,
aunque ni un
sólo instante se hayan
reunido tu
piel y la mía.
Te digo que
de ti me enamoré.
Shedar