Nunca daré
por olvidado tu nombre
que llenaba
mi corazón de gozo,
mi voz
repetía con cada paso
tu nombre,
tu nombre, todo tu nombre.
Explotaba mi
ser si mis manos
tomabas
entre las tuyas con amor.
Nunca
mataría tu sin corazón
encantador,
descarado, mentía,
tus ojos
brillaban al mirarme,
pero no por
mí, sino por la fiebre.
Nunca
perdonaré que tanto amor
nacía sin
alma, mataste la mía,
ni me
percaté que no podías
ser el amor
de mi vida.
Nunca
olvidaré que en ti creí.
Nunca
olvidaré tu nombre.
Shedar