Estaré un día
bajo la misma luna
abrazada a ti,
respirando en tu
piel
en un cielo siempre
dispuesto
de luminosa vestimenta.
Te cubriré con todas las
palabras
y de la música sus
sonidos,
mis manos te
recorrerán todo
llenas de suave
intensidad;
te embriagaré los
sentidos
cual vino en tus
venas,
bailando al son de todas
las canciones
por nocturnos
caminos.
Bajo la misma luna
plateada y constante
estaremos un día,
y te amaré, como
quieres,