Mi verdad y
la tuya partieron
al bosque
sin sombras,
lloran en
silencio las nubes
sobre sus
copas, mojando nada,
pues mi
sombra y la tuya
guardan
secretos de nuestro
caminar, refugiándose
silente el amor
entre las
hojas esperándote,
que un relámpago
muerto
caiga
encendiendo el fuego,
que reactive
nuestras sombras
de la vida
para el amor,
con una detectivesca
luna,
que callada
nos sigue con sigilo
con el balcón
de las memorias del alma,
caminaremos orillando
tu río,
con la piel
de las manos entrelazadas,
el alma de
las sombras sonreirá a la luna
en cada
estrella.
Shedar