Dime… ¿Quién
se llevó la luz de tus ojos?
Esos, que me
guiaban desnuda de tristeza,
cuando mi
único destino precioso, son tus brazos.
Me vestí con
ausencia, buscándote entre bosques calmos,
abriéndome
paso por senderos de pasión,
esta vida
que te busca sin tregua, mostrándole al cielo
esta agonía
que en pedazos amontonaba mi corazón,
aquietado
sin oleaje, desgarradas sus carnes,
mudas
observantes de tu vida de cemento.
¿Quién se llevó
la luz de tu corazón?
Que me
guiaba apartándome del desamor,
que ahora con
noche sin luna, de sombras mudas
cubren mi
piel de soledad.
Shedar