Dejaste mi
corazón
sumido en un
mundo sin cielo,
atrapada en
una caja sin aire,
ahogada de
letras escondidas.
Dejaste mi
vida vuelta girones,
mi corazón
cual témpano patagónico,
mis manos
vacías de caricias,
mi alma
abandonada
en
torrencial tormenta de lluvia,
mi piel
sedienta de tú piel.
Dejaste
enterrado en las profundidades
este callado
amor.
Mis letras
sepultadas de silencio lacradas,
en laberinto
submarino perdida.
Con mis ojos
derramando sangrantes corales
que a pesar
del dolor te siguen amando.
Shedar