Todos los días escuchaba el sonido cadencioso de un saxofón soprano, pero… solo algunos arpegios, me asomaba a ver quien tocaba esa hermosa música, y a nadie veía, hasta que un día lo veo descender de un bus , el 210, un hombre muy delgado, con salientes pómulos, mejillas hundidas… pero sonreía y siguió tocando en la calle, precioso, le hubiera pagado para que se quedara tocando bajo mi ventana, en unos minutos se sube a otro bus, otro de los mismos, al parecer es su recorrido, le deseo que le vaya bien…
Shedar
Shedar