Se deslizaba por las calles de cemento,
dando alaridos de libertad, anunciando
la nueva vida de toda mujer, una nueva,
con derecho a ser respetada encarando
la vida sin miedo, porque aterrada vivía,
más lo escondía como la mejor actriz,
sacudiendo ese temor, daba gritos de libertad,
¡Que la vida se había vuelto un paraíso!
Quedando atrás el infierno que él le hacía vivir,
del cual escapar no podía, atrevía… que se yo.
No temas mujer si abres la puerta y escapas,
Fuera está la vida, encárala sin temor,
no te resignes a la mediocridad, lucha por vivir
en amor y paz, para que tu hogar sea el oasis
que mereces y anhelas, un nuevo umbral te espera,
ese que la vida te tiene a buen resguardo,
para cuando decidas salir y que tus alaridos
sean esta vez de gran felicidad.
Shedar.