Escribiendo… decidí…plantar mi semilla consiente
de amor… si de ese amor…¡amor universal!…y…
así como el mar contemplaba el manto estrellado,
los árboles extendían sus brazos en suave plegaria,
mi alma volaba en las alas que me dio tu cielo amado,
que despierta y consiente, planetaria
con mi corazón llenito de luz quiere compartir
el inmenso amor que lo embarga y sostiene…
y… mi mano extendida,
siembra en tu corazón una semilla de amor
bajo la mirada amorosa de Dios…
Porque nada nunca ha sido coincidencia…
quiero entregarte esta semilla para que la cuides y protejas,
caminando por nuevas sendas, con los ojos abiertos de tu corazón.