Escúchame, léeme
para que mí
pecho no
muera oprimido por el dolor
y dime que... ya no hay magia
en esta
situación otrora de amor.
Sé que me
lees estés donde estés,
sabiendo de sobra que tu recuerdo
aún me
alumbra como las estrellas
del inmenso
cielo, que la luna
no cesa su compañía
en mi ventana.
Léeme mi
precioso que por ti
duele éste
mi corazón
que herido
dejaste un día.
Álzame en tus brazos
siempre
amorosos y levanta mi alma
con tus
manos para devolverle la vida
que fortalecida
por tu amor
vuela hacia
ti, porque quiero decirte
que sé… que me
esperas y mueres de amor
por mí.
Shedar