La noche con
su oscuro manto,
golpea
insinuante mi ventana,
envuelven mi
piel los sueños,
mi alma se
refugia en una estrella,
mi memoria
oculta en el silencio,
viaja con
los recuerdos
por el túnel
del olvido,
uniéndose al
espejismo
de mi
perdida juventud,
donde el
olvido se ha llevado
lo que un
día sentí por ti.
No me verás
escribirte ni en el viento,
Ni en la
mágica música, que de acordes
ya no se
llena mi alma.
Shedar