Ella se
acostaba a veces queriendo escribir…
pero la
embargaban pensamientos,
que
intentaba desechar, negativos,
agustiantes,
asesinos, depredadores,
mas, el
silencio de su voz, era permanente,
ahogante,
impotente, que hacían hervir
sus venas,
que bullían recorriéndola
de muerte,
desprecio, enmierdada,
la pena y la
angustia la embargaban,
se acostaba,
a veces con su cuaderno
y lápiz a
escribir sin salir de su corazón
lo que
hubiera querido decir.
En ocasiones
la vida la hizo sentirse feliz,
cuando fue
amada y amó con el alma,
cuando
soñaba y se sumergía en su refugio.
Allí todo
era paz, que nada ni nadie interrumpía.
Al volver,
un volver que no deseaba, consiente
que no podía
escribir lo que quería,
La
repugnante presencia de él, la dejaban
al borde del
trastorno y de la impotencia.
Su corazón y
su mente no podían retomar
su rumbo,
caminos invisibles, sin pisadas.
En ocasiones
solo espera la muerte.
Shedar
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Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.