El ritmo de
las olas al bailar,
me traen tu
recuerdo y divaga mi mente.
Tal vez es
la bruma del amanecer y su humedad
que disfrutábamos
desde la ventana.
El aroma a
tierra mojada dejada por la lluvia
al inundar
nuestros sentidos,
me permitían
sentir tus brazos en mi cintura.
El rocío en
las rosas por las mañanas,
me hacen
recordar tú dulzura por pedirles
perdón, por
cortar aquella más hermosa
entregándomela
con amor.
Y con todos
tus latidos entre mis manos
te dije…
cierra tus ojos ahora,
que tal vez
sea la luna quien nos acompañe,
para amarnos
cada noche.
Tal vez es que
tengo tu nombre en mis labios
a punto de
gritarlo al viento.
Shedar