Ella le conoció un día… distante de hoy, le descubrió entre muchos y conversaron un buen tiempo. Lo comprendería ella sin preguntar después de leerlo, pero le pareció interesante, obviamente él, sus razones tenia, que ella descubrió a través de sus letras, el espíritu de lucha, grabado en su sangre, aguerrido, fuerte, devorador de pensamientos, de una extraordinaria fuerza en sus palabras expresadas con precisión, dura critica a los sistemas, en cierta forma envidió esa capacidad en él, una tenacidad que venía en su sangre. Inteligente su defensa intensa de los derechos humanos de los Aymaras , su pueblo.
Más en medio de su constante y persistente batallar, su corazón no aceptó, la amistad ofrecida silenciosamente por ella, una amistad en calma con amor en el corazón, olvidando que ella también tenía sus luchas; diferentes, distintas, pero las tenía, él no las conoció, olvidando en esa intensidad suya el respeto por sus pensamientos y sentimientos, desapareciendo… Pero sabrá de él…un mes más.
Shedar
