No quiero me
mandes al infierno,
no me
conformo sin tus caricias,
sin la
protección de tu pecho,
el calor de
tus brazos, ni tus besos.
Me echaste
arena en los ojos,
bastándote una
noche con otra,
el sol se va
apagando por mi dolor.
No quiero
verme sola,
porque, aunque
no lo sepas,
mi alma va
contigo, donde vas,
pues, no
cabe tanto amor
entre mis
sabanas y no tengo forma
de vivir sin
ti.
Shedar