Así como…
Como árbol
dormido te escondiste de mí,
¡Escapándote…
de mis poemas de amor!...
dejando mí
camino, cubierto de nieve,
sin el
acostumbrado canto de las aves…
Rozándome
entre los árboles dormidos,
tu olvido azotó a latigazos mi corazón.
El delirio
clavado en mis ojos nublados de lluvia
bajo una
bóveda de dormidas hojas…
mi corazón
permanecerá donde el canto de los árboles
tu no escucharás, porque ya no sé…
si estoy
dormida o muerta, o si mis huesos solo reposan…
en sus
amarillas hojas de negruzcos pies,
dejándome tirada… con los sueños dormidos de ti…