Miraba la curiosa
luna por la ventana,
nuestros brillantes
cuerpos
y los acaricia
con sus rayos,
llenándome de
mariposas, al tus manos
con
arrebatadora pasión y deliciosa dulzura
sentir deslizarse
por mi piel,
Y besé tus
labios hasta que brotó la locura,
reposando en
sus brazos al amanecer,
para juntos en
el amor la cordura perder.
Shedar