En verano
jugando libre
en la playa,
una niña me volví,
abriendo mis
brazos al viento,
recibiendo
el sol en mi pecho,
y tu amor en
el corazón.
Con el otoño
ad portas,
caminaremos
haciendo crujir
las hojas
secas de alguna plaza,
con las
manos unidas,
entregándonos
complicidad.
Se nos viene
el invierno,
besarnos
bajo la lluvia,
ya en casa
desnudos,
acompañarnos
de un delicioso café.
Después llegará
la primavera,
llenando de
flores los caminos,
volviendo
las esperanzas de amor,
y nuestras
almas unidas, bajo las estrellas,
la música de
la naturaleza,
acompañantes
silentes de nuestro vivir
Shedar