martes, 4 de abril de 2017

ALMA Y SILENCIO

La antigüedad de mi silencio se ancló al tiempo,
tanto que ni buceando en el fondo del mar,
encontrarás la voz de mi corazón.
La edad ha arrugado mi piel y nevado mis cabellos,
pero no ha mutilado mi entusiasmo,
por lo que mi alma sigue lozana,
para seguir amando y jugando,
que te has vuelto eterno en los ayeres de mi memoria.
Si tú al recordarme, te agobia la nostalgia,
piensa que estuve a tu lado… y no te importó.
Hoy mi alma y el silencio abrazados esperan
que puedas escaparte esta noche un ratito del cielo,
para fundirme contra tu pecho, pues me haces falta.

Shedar