Descansaba mi cuerpo , que silente
esperaba
llegara la noche de tempestad
vestida,
protegida por tus brazos al unísono
con un feroz trueno, cubres de besos
mi alma,
y la lluvia lava esa pena arraigada
que le gano a la palabra… insuperable,
enferma ya de soledad, el viento con sus alas
acariciaba furtivo mis ojos y mi
alma…
arrullando mi corazón, para que
disfrutara…
del tiempo y la música de la tierra
aún sin ti…