Al son de la trompeta
de Louis Amstrong
bailamos abrazados
La vie en rose
suave y lentamente
nuestros cuerpos mecidos
los ojos cerrados , fluyendo
en intensas notas
escuchamos su voz,
me aprietas más
siendo casi uno
te acaricié los hombros,
subí mis piernas a tus caderas
mudas y silentes la paredes
bailando nos fuimos a soñar.