jueves, 17 de octubre de 2013

Mi cueca chilena

Comienzan los acordes de las guitarras,
arpa, acordeón, pandero y tormento
payas surgen primero, luego el canto,
la emoción de inmediato me embarga
humedeciendo mis ojos erizándome la piel,
un huaso bien plantado hace cantar sus espuelas
en galanes pasos, su manta se saca y un extremo arrastra a su paso
por el suelo, cercándola a ella evitando que escape a su asedio
en un gran circulo inicial recorrido
hasta dejarla a ella donde partió su rueda,
el con su manta al hombro en cada media luna
decidido ataja su paso, con su pañuelo al viento la guía
conquistando y acorralando a su prenda querida,
ella lo evade y se escapa sin lograrlo,
coqueteándole con sus ojos y sonrisa, le anima
el huaso; entonces en un cambio de lado
en un variado y entusiasta zapateo, luciendo su destreza,
su gallardía y disposición de conquista, mostrándole quien es,
quiere convencerla que el la pena vale,
ella… agita su pañuelo y vestido no lo desanima
entre  picarescos guiños y sutiles devaneos
palmas acompañan, gritos y silbidos
pocos minutos para un gran despliegue de galanura
y coquetería, en la cancha puestos los dones
finaliza el canto, ella es conquistada, en rueda cercana
se abrazan y el le roba un beso,
como se agita mi pecho en ese abrazo final.
Termina la cueca ¡Nuestro Baile Nacional!

Shedar