Te entregué limpia
mi alma,
mis caricias
sin miedo,
mis letras
enamoradas,
manos
ardiendo por tu piel.
Te dejé letras
silentes
que gritan este
amor,
para decirte
que un poema
nos desnuda
el alma
dejándonos a
las intemperie,
nos aprieta
el corazón,
brincan
mariposas en el estómago,
nos
humedecen los ojos
haciéndolos
brillar con sus letras.
Pero más de
una vez te dejé
silenciosa en
mis letras estos sentimientos.
Aunque no
viva para buscarte
y seas tú
quien cruce por mi dolor
para amarme.
Shedar