El tiempo me
quitó el silencio,
la luna, las
estrellas en un límpido cielo,
hasta mi
sombra se llevó, para no volver.
El eco
hubiera querido decir un nombre
junto al mío,
mas solo un extraño rumor
me devuelve
el viento.
Mientras la tristeza
paralizada de angustia,
no me
entregaban sus brazos ni abrazo de cobijo
en su pecho,
lágrimas de otoño me cubrieron la piel
y el alma, cuando
el tiempo me quitó la vida.
Shedar