Al verte
ante mi puerta,
mariposas que
creí perdidas,
súbitamente despertaron
frenéticas,
y sentí, que
eran tus ojos
en los que
el mundo quería ver,
y tus labios
delineados y carnosos
los que por
siempre quería besar,
y aferrada a
tus manos fuertes
recorreríamos
todos los caminos.
Sentí que en
tu piel quería vivir
cada momento,
cada instante, cada noche,
porque vi que
tu posees en tu corazón,
eso, que
quería ser uno con el mío.
Shedar