Me
enamoraron tus ojos
en que por
instantes
me permites bucear,
bajaron mis
ojos y me topé
con tu
sonrisa, que estremeció
mi corazón y
miles de mariposas
revolotearon
en mi estómago.
Es que tú y
yo hemos nacido
para estar
juntos,
porque el
remolino de luz
que alimenta
tú alma, me envuelve
a mí también,
y en cualquier
instante, me
como tu sonrisa
y dejo por
siempre el mundo
a oscuras,
pues moriré en la curva
de tus
labios y de tu piel.
Shedar