sábado, 29 de julio de 2017

INCONTENIBLE

Madura, segura de mí, en un tiempo imparable,
puedo decirte con el corazón y las entrañas,
que desde que tus ojos en un choque con los míos,
que no dejaron ningún herido en el camino,
un centenar de mariposas revolotearon por mi piel
y en mi mente te hice mío, te acaricié todo,
desnudos de prisa, viste mi alma que hiciste tuya
entre la tierra y el cielo.
Incontenible deseo de estar en tus brazos eternamente
me invadían por completo, el alma, la piel, las vísceras.
Aunque el tiempo vuela sin saber lo que siento,
me ahogo en este mar de sensaciones que me provocas.
Espero llegues pronto, para amarnos hasta el amanecer
cual volcán en incontenible erupción.

Shedar